RETRATO BIOGRÁFICO MARIUS TORRES

Retratos biograficos

Version pdf de la cronología Fragmento del libro:
Màrius Torres: el sentido del absurdo.

Imaginemos ahora a alguien en quien el Absurdo se hubiese hecho carne y sangre y existencia histórica. Un hombre claramente interesado por la "ciudad" y su destino, con un interés ávidamente absorbido al calor del hogar, y que viese truncada una carrera profesional brillante y llena de futuro a causa de una enfermedad muy grave, acaso terminal y contagiable, que le obligase a aislarse en un sanatorio. Imaginemos además que, para colmo, dicho hombre fuese médico, buen conocedor de su enfermedad.

No hemos acabado aún; es preciso forzar la imaginación: el absurdo vivido por este hombre se engarza asimismo con un absurdo colectivo: a causa de la guerra civil ha perdido la casa y el patrimonio familiar, convertido en botín de guerra por los vencedores.. Y a causa de su enfermedad no ha podido acompañar a amigos y parientes al exilio en tierra extraña. Después, ha sabido que los suyos están en peligro, que otros enemigos, al otro lado de la frontera, les acechan.

El peligro que corren es el de muerte. Y exactamente en ese momento, la muerte pone punto final a la enfermedad. El hombre en cuestión, todavía muy joven, muere en la noche más absolutamente oscura de su biografía y de la historia colectiva.

Imaginémonos asimismo que este joven, a quien las garras del absurdo tienen ensangrentado, es capaz de comunicar sus sentimientos de una forma bella: es decir, imaginemos que es poeta. ¿Qué versos habrían de salir de su pluma? La respuesta parece fácil, evidente, natural: versos tristes, desesperadamente resignados, elegíacos; o bien, cínicos y sarcásticos.

Pero he aquí que la realidad sobrepasa, y en mucho, a la imaginación. Porque el joven que acabamos de caracterizar, ha existido. No es ningún ser quimérico, forjado por la fantasía de cualquier novelista. Tampoco es ningún ser que se engañe a sí mismo: se muestra lúcido respecto de sí mismo, de su situación y de la de su país en el contexto de la política peninsular y mundial. Como verificación basta con leer la correspondencia que de dicho poeta se ha publicado. Pues bien, un mes antes de morir, cuando los nazis registraban las casas de las ciudades francesas en busca de los catalanes que habían huído de su tierra (su padre, en el exilio, hubo de refugiarse en el Ayuntamiento de Montpeller), en noviembre de 1942, en vez de un poema negro y desesperanzado, concluía su obra con el retrato de una persona admirada y querida, un poema inolvidable e intensamente feliz.

És una onda de gràcia i d'harmonia que
d'ella neix i que ella escampa entorn.
Cada cosa s'encén d'alegre poesia,
com si li dibuixés amb foc un nou contorn,
una claror més viva que la claror del jorn.

És l' ímpetu diví de la puresa
que d'ella brolla sempre renadiu,
i governa al seu volt l'ampla vida sotmesa,
feliç, com un paisatge creuat per un gran riu,
en una pau que creix cada cop que somriu.

¿Qué estado de ánimo permite elaborar semejantes versos, sobre todo los dos últimos? Son como una canción que destila paz y gozo. Ni son sólo el retrato de una persona. Son también el "retrato" y compendio de la obra poética que el autor seleccionó como definitiva: los poemas líricos de una existencia en la que el absurdo se hizo carne y sangre, historia y biografía. Se trata de una obra que derrama "gracia y armonía", de una obra llena del "ímpetu divino de la pureza": basta con suponer que el pronombre personal "ella" se refiere a "esta poesía".

(Fragmento de "Márius Torres, El sentido del absurdo", de AntoniPascual Piqué. Traducción: M. Udina)